Receta primaveral, refrescante y nutritiva. Riquisima en todas las temperaturas posibles: caliente, templada y fresquita.
Existen 2 versiones de elaboración, una más larga (para mi más sabrosa y me gusta más) y otra más rápida, si tienes menos tiempo y te apetece una cremita. Aqui tienes las dos versiones para que elijas la que quieras!
"Versión larga"
Cortar las cebollas por la mitad y luego en tres o dos trozos (como medias lunas pero anchas). Poner la olla al fuego alto y en cuanto esté caliente agregar el aceite, la cebolla y sal. Remover.
Cuando la cebolla se impregne del aceite y cambie ligeramente de color, tapar para crear vapor y que la cebolla vaya sacando su jugo.
A los 5 minutos aproximadamente, bajar el fuego al minimo, y dejar que se cocine durante 45′ aproximadamente. Destapar lo mínimo posible, solo para comprobar que si hay jugo. Poco a poco irá aumentando de forma que no será necesario añadir agua.
– Agregar los guisantes. Que siga la cocción unos 15′ más. Apagar el fuego. Agregar la menta y batir hasta obtener la textura deseada. Servir con una hojita de menta ( y si quieres alguna semilla, en la foto: sesamo negro tostado).
"Versión Rápida"
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