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Cualquier día puede ser año nuevo.

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31/01/25

Si no has comenzado a cumplir todos tus propósitos planteados para el año nuevo (en caso de que te hayas planteado alguno) decirte que no importa, que siempre vamos a estar a tiempo.

Está claro que el fin y comienzo de año puede ser un buen momento de reflexión, de agradecer, de aclarar en qué dirección se quiere ir o continuar. Pero si nada de esto ha ocurrido, da igual porque se puede hacer en cualquier momento, aunque una ayuda o guía, siempre va bien.

Te cuento algo que si practicas Yoga quizás lo sepas y si no, no pasa nada porque aquí te lo explico.

La postura final de las sesiones de Yoga se llama Shavasana, la postura “cadáver”. Quizá te suene un poco tétrico. Pero desde mi punto de vista, es profundamente inspirador.

Se dice, que siempre que sales de Shavasana, es una oportunidad para volver a nacer.

Shavasana es estar tumbada boca arriba, palmas de las manos hacia arriba también, los brazos separados del tronco a una distancia donde la espalda alta quede ancha y cómoda, las piernas separadas dejando que los pies caigan hacia los lados.

Es una postura de total rendición, abandono (en el buen sentido), soltar cualquier resistencia y tensión. A nivel físico HACER NADA, a nivel mental/emocional invitación a soltar, relajar y SER.

Y no es fácil, para nada lo es, sobre todo al principio de comenzar a practicar o en situaciones de mucha aceleración mental o mucho estrés. (Lo he podido observar durante todos estos años que llevo dando clase y también lo he experienciado conmigo misma).

Pero aunque que pueda resultar “incómodo” y a veces desesperante el tener que lidiar con la mente que no quiere dejar de hacer.  Cuando se practica regularmente, comienza a resultar profundamente reparadora.
Se comenta la experiencia de sentir como si te durmieras pero no, sensación de no “estar en el cuerpo” o tener la sensación de haber descansado durante 30′ cuando realmente han sido 5’…

Pero para ello, la sesión de Yoga, te va preparando todo el tiempo para ese momento. Desde la meditación inicial, quizá con pranayama (ejercicios de respiración), el movimiento y quietud en las asanas (posturas), y así poder para acceder a la total rendición y con ello el descanso (además de la integración de lo que se ha practicado)

Por eso la importancia de darle espacio y tiempo a Shavasana.

Porque cada vez que sales de Shavasana, puede ser una nueva oportunidad de volver a nacer, es decir, de lo que tu quieras o por lo menos, de intentarlo.

Si te apetece probar un Shavasana conmigo, con previamente sesión de Yoga, desde la comodidad de tu hogar, doy clases online.  Pero para no enrollarme más, si te ha picado la curiosidad, sin compromiso, puedes contactarme a través de este email y te contaré los detalles por si quieres probar!

Un abrazo grande!

LAiA

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