Introducción
Receta primaveral, refrescante y nutritiva. Riquisima en todas las temperaturas posibles: caliente, templada y fresquita.
Ingredientes
– 4 cebollas
– Guisantes Tiernos frescos (en esta ocasión, pueden ser congelados)
– Menta fresca
– Aceite de oliva virgen extra
– Sal marina
Elaboración
Existen 2 versiones de elaboración, una más larga (para mi más sabrosa y me gusta más) y otra más rápida, si tienes menos tiempo y te apetece una cremita. Aqui tienes las dos versiones para que elijas la que quieras!
Versión ‘larga’
Cortar las cebollas por la mitad y luego en tres o dos trozos (como medias lunas pero anchas). Poner la olla al fuego alto y en cuanto esté caliente agregar el aceite, la cebolla y sal. Remover.
Cuando la cebolla se impregne del aceite y cambie ligeramente de color, tapar para crear vapor y que la cebolla vaya sacando su jugo.
A los 5 minutos aproximadamente, bajar el fuego al minimo, y dejar que se cocine durante 45′ aproximadamente. Destapar lo mínimo posible, solo para comprobar que si hay jugo. Poco a poco irá aumentando de forma que no será necesario añadir agua.
– Agregar los guisantes. Que siga la cocción unos 15′ más. Apagar el fuego. Agregar la menta y batir hasta obtener la textura deseada. Servir con una hojita de menta ( y si quieres alguna semilla, en la foto: sesamo negro tostado)
“Versión Rápida”
- En este caso usamos la mitad de cantidad de cebolla cortada a cubos (corte más pequeño que el la opcion anterior) saltearla con una pizca de sal por 1 min aproximadamente.
- Agregar los guisantes y agua que lo cubra.
Llevar a hervir y reducir el fuego a medio/bajo durante 15 min. - Añadir la menta y apagar el fuego. Batir y servir con hoja de menta.