Un plato simple y reconfortante, con un efecto dulce y relajante. La calabaza aporta betacarotenos, fibra y potasio; la cebolla refuerza la inmunidad y ayuda a depurar; y el toque de zumo de naranja realza el sabor y suma vitamina C. Perfecto para los meses fríos o como acompañamiento ligero y nutritivo.
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